

CÁNCER UROLÓGICO
Una proporción importante del quehacer urológico está destinado al estudio y tratamiento de los tumores malignos que afectan al sistema urogenital. Los más frecuentes son el cáncer de próstata, vejiga, riñón y testículo.
Cáncer de próstata
El cáncer de próstata es el tipo de cáncer más común, después del cáncer de piel. El cáncer de próstata es la segunda causa de muerte en los hombres, después del cáncer de pulmón. Ha habido una disminución en los últimos años debido a una temprana detección y diagnosis. Mientras el cáncer esta en las primeras etapas, las posibilidades de cura son realmente altas. Se diagnostica a través de un examen de sangre llamado PSA y a través de un examen rectal digital. La intervención quirúrgica es el único tratamiento que remueve por completo la glándula prostática. En todos los otros tratamientos, como la radioterapia, braquiterapia o crioterapia, la glándula prostática permanece en el cuerpo del paciente. Cual es la mejor opción para el paciente, depende de cada caso en particular.
Cáncer de vejiga
Aproximadamente 54,000 nuevos casos de cáncer de vejiga son diagnosticados por año y más de 12,500 muertes son atribuidas al cáncer de vejiga. La mayoría de los pacientes se presenta con hematuria (sangre en la orina), la mejor manera de diagnosticar la enfermedad es a través de cistoscopia. Los patólogos pueden determinar que tipo de cáncer de vejiga es y cuan agresivo es el tumor mirando dentro de la vejiga y extrayendo material de una lesión y realizando luego una biopsia. En los casos avanzados de cáncer de vejiga donde el tejido muscular de la misma ya ha sido invadido, la remoción quirúrgica es el procedimiento estándar. La cistectomía radical abierta con derivación urinaria es el procedimiento habitual, esta derivación puede ser a través de un conducto biliar externo o a través de la creación de una nueva vejiga. Recientemente los principios de la cirugía minimamente invasiva has sido aplicados en estas intervenciones quirúrgicas.
Cáncer de riñón
El cáncer de riñón más comúnmente diagnosticado es carcinoma de células renales. La mayoría de estos tumores se encuentran accidentalmente como resultado de exámenes por imágenes no relacionados. La nefrectomía radical o parcial son la opciones de oro para el tratamiento de esta enfermedad. Mientras que la remoción total del riñón o parte de este esta indicado sólo en determinados pacientes, la mayoría de estos tumores se remueven mediante laparoscopia o mediante vías minimamente invasivas. Las ventajas de estos tratamientos son mínima perdida de sangre y rápida recuperación con similar resultado oncológico.